Resiliencia es la capacidad que tiene un ser vivo de adaptarse a situaciones muy complicadas obteniendo resultados favorables.
Una persona resiliente posee habilidades extraordinarias para afrontar los problemas y superarlos, son emocionalmente fuertes, hasta el punto de salir renovados positivamente, se levantan y se adaptan luego de haber pasado momentos de mucha tensión y adversidad.
11 características de una resiliente
Los investigadores que han estudiado a las personas resilientes y su capacidad de adaptación a la vida han llegado a la conclusión de que hay una serie de características comunes que suele manifestar todo resiliente, son:
- Aprenden de la adversidad, es decir, cada prueba, cada obstáculo, que se le presenta en la vida le sirve para aprender, para hacer cambios.
- Son individuos realistas, positivos, sin pasarse de optimista. En situaciones difíciles o situaciones límites, aceptan la dificultad de esos momentos, le sirve para actuar en consecuencia, enfocándose en las soluciones y no en el problema.
- Usan el humor, Puede ser una herramienta muy eficaz para quitarle importancia a las cosas y relajarse en momentos de tensión. Siempre que sea espontáneo y natural -por tanto, no forzado o con la intención de hacer reír a toda costa- el humor puede ser un recurso muy valioso.
- Se conocen a sí mismos, Reconocen cuáles son las principales fortalezas y habilidades de sí mismo, así como las debilidades, es clave para identificar qué pueden mejorar, cómo pueden reconstruirnos de forma que estemos más a gusto.
- Son empáticos, saben cómo ponerse en el lugar de otra persona, de cómo puede sentir, también es un signo de resiliencia.
- Son personas con conciencia presente, Las personas resilientes suelen ser personas que disfrutan de los pequeños detalles del presente y viven plenamente el aquí y el ahora, una de las formas más sencillas de ser positivo en el día a día y de saber relativizar los problemas.
- También pueden mostrar una personalidad contradictoria, pueden ser lógicos o intuitivos a la vez, serios y divertidos, racionales e irracionales, nerviosos y tranquilos.
- Son seguro de sí mismo y tiene una autoestima fuerte. Aceptan críticas sin que les causen malestar y prestan atención a las críticas constructivas y las asimilan para aprender de ellas.
- Suelen ser personas muy sociales, son capaces de acoplarse a cualquier tipo de persona.
- Soportan mejor el estrés y situaciones tóxicas, por su facilidad de adaptarse a los problemas y su capacidad de afrontarlos y aprender de ello, los convierte en personas en superar mejor el estrés o la frustración.
- Las personas que son resiliente son más felices y disfrutan de una vida más plena.
Ahora que ya conoces las cualidades de una persona resiliente, aquí te dejamos 3 consejos prácticos para que tú fortalezcas tu propia capacidad de resiliencia:
Establecer y mantener relaciones. Las buenas relaciones familiares y sociales son una excelente fuente para obtener y aceptar ayuda y apoyo, potenciando la resiliencia.
Evitar ver las crisis como problemas insuperables
A menudo, no podemos cambiar los hechos, pero sí la forma cómo los interpretamos y respondemos a ellos. Como indicamos anteriormente, hemos de procurar limitar el efecto de las emociones no productivas.
Aceptar que el cambio es parte de la vida
Aceptar que hay circunstancias que no podemos cambiar, puede ser de gran ayuda para centrarse en las que sí podemos modificar y canalizar nuestros esfuerzos hacia ellas.