Muchos nos hacemos esta pregunta, sobre todo, cuando estamos pasando por situaciones complicadas, ya sea en el ámbito personal, familiar o laboral.
El objetivo o propósito de la vida se vuelve confuso cuando la rutina nos consume, lo que causa desenfoque.
Pero, ser consciente de esto es el primer paso para hacer un cambio.
Descubrir que no estás llevando a cabo la vida que te gustaría te impulsa a buscar ese equilibrio que crees haber perdido.
¿Cómo encontrar tu objetivo?
El primer paso para determinar hacia dónde quieres ir es definir aquello que te motiva, y por lo cual sientes afinidad.
Llegar a esto requiere reflexión, escucharte y estar dispuesto a asumir tus pasiones.
El segundo paso es rodearte de personas que te inspiren, ya que te animará a emprender aquellas acciones que crees difíciles o fuera de tu alcance.
El tercer paso es usar lo que te molesta a tu favor. Sí, puede sonar un poco extraño, pero aquellas cosas que te molestan pueden servirte de trampolín para impulsar tu cambio.
Muchas personas han encontrado su objetivo o propósito en situaciones difíciles, o en aquellas que consideran una injusticia
Prueba identificar qué te molesta, por ejemplo: el maltrato animal, la desigualdad o el calentamiento global.
Explora alguna causa que pueda generar un impacto en tu vida y en la de los demás.
El cuarto paso, es tu impulso interno, para ello puedes usar el corazón como una herramienta para identificar qué te mueve y qué te hace feliz. Cuando estás haciendo algo desde lo que amas sentirás lo que realmente puede ser tu propósito de vida.
El quinto paso es reconocerte, no desestimes el camino que llevas recorrido hasta ahora. Todo suma.
Comienza trazando esas pequeñas metas que te guiarán. Si consideras que puede ser diferente, haz una pausa y reflexiona, cambia de rumbo y sigue atento a los retos que la vida trae para ti.
El sexto paso, es la disciplina. En el camino hacia tu propósito la disciplina será tu mejor aliado, realizar una actividad todos los días que te encamine a tus metas te permite desarrollar y mantener el impulso.
La acción diaria aumenta tu determinación y te da energía. Esta simple resolución puede cambiarte la vida.
Las personas más exitosas tienen rituales o rutinas diarias que les ayudar a enfocarse en sus objetivos.
Y, por último, ten un aliado. A muchas personas les ayuda tener alguien con quien compartir sus progresos que les permita mantener la motivación, esto puede hacer tu proceso un poco más simple.